<< Isaac Villamizar >>
Me encuentro en un sueño de fantasía. San Cristóbal es de las ciudades más llamativas de Venezuela. Desde la ruta de los llanos, desde la entrada por la autopista, desde el acceso por El Mirador, se anuncia la llegada del turista a la "Ciudad Maravilla". Es un inmenso Parque Temático de Atracciones citadino, donde el visitante puede encontrar, día y noche, entretenimiento, esparcimiento y una estadía que lo sitúa en otro mundo. En cada una de esas entradas hay un chorro de agua que se eleva a 200 mts, como la fuente del Chorro de Ginebra. Allí mismo hay una estatua gigante del santo San Cristóbal, con el niño Dios en sus hombros. Al mundo que porta en sus manos se puede subir por elevador y escalinata. En su terraza observatorio se divisa el panorama de montañas y valle de la ciudad. Los Complejos Bipolares El Mirador y Loma del Viento se unen por un largo teleférico que pasa sobre "El Valle de la Fantasía Torbesina". En cada estación hay Centros Internacionales de Convenciones, restaurantes giratorios de comida típica andina y tachirense, tiendas de artesanía, pistas de patinaje sobre hielo, posadas, ciudad mecánica y espectáculos en vivo. Un funicular, como el que sube a la cumbre Victoria de Hong Kong, baja de Loma del Viento a la Avenida Rotaria. Desde El Mirador, Loma del Viento y Palmira se presenta semanalmente un Skyline, juego de luces que, bajo los acordes de bambucos tachirenses, deleita de noche a los viandantes.
Un extenso Puente Aéreo Peatonal, cual pasadizo del Milenio de Londres sobre el Támesis, hace la delicia de caminantes y trotadores entre la Redoma del Obelisco y la Plaza de Toros. Cada cierta distancia de secciones, hay módulos de seguridad y atención al corredor, área rental para tiendas de artículos deportivos y aprovisionamiento de alimentos y bebidas reconfortantes.
En el Pueblo de la Cultura Ancestral, al pie de montaña, se encuentra un atractivo típico-colonial, con calles de piedra, jarrones colgantes de Lomas Bajas, con flores de Mesa de Aura, ventanas andaluzas, galleras, tablaos flamencos y mangas de coleo, que representan con naturalidad nuestros orígenes hispanoamericanos. Paramillo está convertido en Centro Aéreo Experimental. Sus galpones muestran el aéreo-modelismo, y la pista sirve para la recreación con todas las posibilidades de paseos para niños y adultos por el valle circundante del Torbes, la Machirí y La Mantellina. El teatro de Los Inmortales, en la meseta contraria al Seminario Santo Tomás de Aquino, ofrece funciones teatrales en vivo, referidas a la vida de los próceres y famosos personajes andinos, incluso de las leyendas del Táchira, con posibilidad de apreciar videos en tercera dimensión y en hologramas. Un paseo orientado conduce hacia el "Viaje" al Horizonte Perdido", ubicado en el Chorro del Indio, en el cual un monorriel, tipo silla transportadora con caída libre, lleva al turista baja hacia un valle con edificaciones del mundo del futuro.
Me despierto y me consigo con que la ciudad está en sus 450 años. Pero yo quiero volver a mi sueño, que desde 1989 se ha prolongado en mi imaginación y que hoy de nuevo cuento, esperando algún día se haga realidad.
isaacvil@ Diario La Nación – Edición Digital – 01 Marzo 2011
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